Colada personalizada

En estas semanas de desconexión me ha dado tiempo a terminar muchas de las manualidades que tenía a medias... las iré enseñando poco a poco.

La primera con la que quiero empezar es mi primera incursión en el mundo del fieltro y consiste en una simple personalización de un par de cestas del ikea para el baño, que utilizamos como cestas de la colada. La verdad es que ya cumplían su función sin los carteles, pero así no nos confundimos al meter la ropa y les he dado un toque muy personal y hogareño que a Mr. Pepper le encanta.

Y de paso aprovecho y os enseño el mueble del baño del que ya os había hablado. Es de lo más barato en series de cocina de ikea, resistente a la humedad y al traqueteo diario del baño... Como veis, soluciones baratas y funcionales ¡¡por cuatro duros!!

Vuelta a la carga

Han sido unas semanas muy duras... en el trabajo ha habido más movimiento que nunca... me han asignado nuevas responsabilidades... ha habido que enfrentarse a nuevos retos... y yo, feliz cual perdiz, me he esforzado todo lo que he podido... El resultado han sido días y días de más de 10 horas de trabajo, llegando a casa agotada y renegando del ordenador y de internet... Así es como explico mi ausencia...

Pero hoy empiezan las vacaciones de Navidad y con ellas los propósitos de año nuevo... los analógicos me los guardo, pero los digitales se pueden resumir en una frase: no perder el contacto con el mundo... Allá vamos!!

Vinilizando

Sí, lo confieso, soy una enamorada de los vinilos. Me parece una herramienta única y bastante asequible para darle ese último toque personal a cualquier decoración. Y como ferviente seguidora del mundo vinílico hoy quiero compartir algunos rincones de nuestro hogar.

De momento, solamente contamos con 3 vinilos en casa, pero hay que tener en cuenta que todavía queda por amueblar. En nuestro dormitorio tenemos unas ramas de cerezo con algunas flores cayendo, está puesto donde el aparato de aire acondicionado, como si el aire que echa las empujara a caer... Este fin de semana, además, hemos colgado un par de cuadros, entre ellos, el que le regalé a Mr. Pepper cuando me pidió que nos casáramos. Y como lo queríamos poner donde estaba el vinilo en ese momento ha tocado quitarlo y volverlo a poner adaptándolo al nuevo espacio disponible. ¡¡Es una de las geniales ventajas de los vinilos!! Si se hace con cuidado de que no se rompan se pueden quitar y poner un montón de veces... Así que ahora además algunas flores de cerezo caen por el cuadro...

Los otros dos están en el dormitorio pequeño. Son un par de gerberas amarillas gigantes, que cuando estábamos en el loft estaban colocadas en el baño para alegrarlo un poco (cuando vives de alquiler los vinilos dan mucho juego a la hora de personalizar la casa de manera removible). Y un metro y pico de césped con mariquitas y mariposas, puesto la pared de en frente de la cama, por encima del zócalo.

La idea de ese dormitorio es que parezca un trocito de bosque dentro de unos años y de momento con las flores, el césped y la alfombra verde de pelo largo, que dentro de poco tunearé, creo que no vamos por mal camino...

Con cortinas!!!

Ya os dije que os iría poniendo al día de los cambios en la habitación pequeña. Y como lo prometido es deuda aquí os dejo un mini post con el cambiazo que ha pegado el cuarto, ¡¡es increíble lo que visten unas cortinas!!

Cuando el orden llegó a los bolsos...

Mira que soy maniática del orden para la gran mayoría de las cosas, pero lo de los bolsos era algo que se me resistía… Desde que nos mudamos había cogido todos los bolsos que tenía, los había empacado en bolsas de basura y los había dejado tirados en el suelo del armario… y como, aunque no lo parezca, les tengo bastante cariño, llevaba tiempo pensando y mirando ideas ajenas para ver cómo tenerlos siempre, o casi siempre, bien organizados y colocaditos para que no se deformaran demasiado…

Bueno, pues ya está. En una de mis inmersiones a la web de Ikea estuve echando un vistazo a ganchos, perchas y demás artilugios de colgar, hice una lista de los que me podían servir, medí y, lo más importante, fuimos a por ellos. Cogí 4 ganchos dobles Bjärnum y 4 perchas para las botas Lycka.

La idea es la siguiente:

He puesto (bueno, vale… Mr. Pepper ha puesto mientras yo decía “No, ahí no” “Un poco más abajo” “A la derecha” “No, te he dicho a la derecha, para allá, ¿no ves mi mano? Para allá...” Y él todo amable y paciente… “Pero eso se llama izquierda, cariño”…) Decía, que hemos puesto los ganchos en el interior del armario, como a medio metro del suelo, donde antes estaban tirados los bolsos. En los ganchos más pequeños he colgado un par de botas por gancho, con las perchas que os decía, quedan casi a ras de suelo pero como están sujetas por la caña no se deforman. Y en los otros, que tienen unos 15cm de longitud, caben varios bolsos colgados de las asas… más o menos dependiendo del modelo, por ejemplo, de los que son tipo bandolera o con un asa más larga, he puesto 4 juntos sin problema; pero de los que son de asa corta caben sólo 2 o 3… ¡¡Así además los tengo ordenados por tipo!!

Lo único un poco negativo de todo esto es el precio… cada gancho cuesta más de 7€ y cada percha más de 2, con lo que para unos 12 bolsos y 4 pares de botas al final te gastas cerca de los 40€. Pero la verdad es que quedan la mar de ordenaditos y como encima están dentro del armario no cogen nada de polvo y no estorban a la vista.

Hacer la cama...

Y de manera literal, como solamente podía pasarles a los carpinteros de antaño o a la generación Ikea de ahora... Y es que aprovechando la oferta semanal de Ikea de esta semana, como seguro que ha hecho la mitad de la población madrileña, nos fuimos Mr. Pepper y yo a San Sebastián de los Reyes a por la cama diván HEMNES para el dormitorio pequeño.

Así que ayer tocó ponerse manos a la obra y reestructurar ese cuarto para que cupiera, sin resultar agobiante, la cama que acabábamos de comprar; el escritorio Expedit (que anda que no es grande ni ná) que comramos al mudarnos para que yo pudiera hacer mi proyecto fin de carrera; la cajonera Alex de 9 cajones que me acabo de dar cuenta de que está descatalogada y que nos acompaña desde los anales de nuestra historia; la silla Skruvsta que le compré a un alemán por eBay por unos 20€ y que me tocó ir a buscar hace más de dos años a una casa al centro de Madrid por unos callejones de mala muerte... y la alfombra Hampen que pillamos en la visita de hace un par de semanas... Como véis todo made in Ikea, porque hay que ser prácticos y ese cuarto es el que está destinado al futuro bebé, cuando lo haya, así que sufrirá cambios esperemos que no dentro de mucho...

El resultado, a pesar de que todavía está la mitad de la habitación manga por hombro, ha sido excepcional, mucho mejor de lo que me hubiera imaginado... Y la cama no resultó ser tan difícil de montar como supusimos.

Os pongo las fotos de como está a día de hoy, pero avisando de que todavía queda por hacer... falta el colchón, las cortinas... y unas cuantas manualidades que ya tengo en mente para tunear un poquito la habitación y darle nuestro toque personal. ¡¡Os iré poniendo al día de los cambios!!

Con el cambiazo que ha pegado de dos días a esta parte, que antes sólo tenía el escritorio y la cajonera, cada vez que pasamos por el pasillo no podemos evitar quedarnos embobados mirándola... No imaginaba que se le podía coger tanto cariño a una casa... y eso que no hace ni un año que la tenemos... :)

Alfombra de Abuela

Sin ofender, que lo digo con todo el cariño del mundo…

Llevaba tiempo siguiendo el resurgimiento de la moda del crochet o ganchillo en los complementos de hogar… y es que los paños esos de mesa camilla pues nunca me han hecho mucha gracia, pero el aire renovado que le han dado algunos diseñadores, como Patricia Urquiola con sus alfombras, creo que lo han convertido en un must de este otoño.

Así que ni corta ni perezosa me lancé a la tarea de encontrar una alfombra de ganchillo para nuestra casa, sobre todo después de haber visto la multitud de post dedicados al tema que circulan por la blogsfera… ¡¡Y la encontré en Etsy!! Una web donde artistas de todas las disciplinas venden sus obras… Nunca había comprado allí pero la transacción resultó todo un éxito y al día siguiente de que me la mandaran desde Barna ya estaba puesta a los pies de nuestra cama.

Como podéis ver no es muy grande que digamos, pero es un toque muy vintage, de esos que tanto me gustan, que la verdad es que es una delicia pisar nada más levantarse o antes de irse a la cama después de un duro día de trabajo.